El mundo está pendiente del estado de salud de la economía en China y de las eventuales medidas de estímulo que su gobierno podría tomar para frenar el proceso de desaceleración en el que está inmersa.
Ese proceso de pérdida de impulso se ve muy bien en el gráfico 1 de más abajo que muestra el estado de su sector industrial medido por la tasa anual de crecimiento de la producción industrial y por los dos PMI manufactureros (encuestas de opinión empresarial) que se publican en el país. Tanto el que elabora su Instituto Nacional de Estadística (consultando sobre todo a las grandes empresas públicas) como el de HSBC Markit (que se fija también en las empresas medianas) están por debajo de 50: respectivamente, en 49,4 y 49,7 (50 es el límite que separa la expansión de la contracción económica mensual).

A China, desde mediados de 2017 le va todo tirando a mal debido a la contradicción en la que no tiene más remedio que incurrir: por una parte, quiere evitar que siga creciendo el enorme endeudamiento que ya tienen su sector empresarial y el conjunto de la economía aún a costa de frenar el crecimiento de ésta; por otro, debe impulsar el crecimiento económico para mantener la estabilidad social.
En la Eurozona flojean los servicios, principalmente por causa de Francia, cuyo PMI de servicios provisional del mes de enero ha bajado a 47,5 (gráfico 2). Es probable que los chalecos amarillos hayan hundido el humor de los empresarios. De ahí que puede que sea un fenómeno transitorio, si es que el de los chalecos amarillos lo fuera también…
Aun así, el PMI de servicios de la Eurozona se mantiene por encima de 50 (en 50,8) gracias, sobre todo, a su buen comportamiento en España y Alemania (también en Italia donde ya se ha recuperado y está por encima de 50).
Contradictoriamente, el PMI manufacturero de Francia ha mejorado hasta 51,2, mientras que el de Alemania se sitúa por debajo de 50: en 49,9. Con ello, el PMI manufacturero del conjunto de la Eurozona se sitúa, también por los pelos, por encima de 50: en 50,5.

El PMI compuesto de la Eurozona, que refleja como se está comportando su economía de manera conjunta, se mantiene cerca de la contracción pero sin caer en ella, de momento: está en 50,7.
En este panorama de desaceleración global que, para las manufacturas está siendo muy marcado desde el inicio de 2018, llama la atención el buen dato reciente del Reino Unido, como queda reflejado en el salto hasta 54,2 que da la línea verde del gráfico 3.
A ver si lo de la apreciación de la libra tiene más base de lo que aparenta… O, viéndolo por el lado negativo, lo que puede estar sucediendo en Reino Unido es una producción adelantada y un almacenamiento preventivo por parte de las empresas, ante la amenaza de quedarse sin materiales para la producción en el caso de un Brexit caótico.