Una política monetaria muy generosa ha dirigido al Bund a niveles poco saludables. Tras unos meses de movimiento lateral, parece asomar un nuevo horizonte. Los buenos datos macroeconómicos de la zona euro y las distintas proyecciones a futuro hacen cada vez más injustificable el mantenimiento de políticas monetarias ultraexpansivas. Sin embargo, la inflación parece todavía contenida y el euro ha marcado un movimiento de apreciación relevante frente al dólar. ¿Existe presión para un entorno de tipos de interés más elevados? No podemos saber en el corto plazo, sí en un periodo más largo. Desde un punto de vista de inversión la opción parece asimétrica: Existiría más beneficio potencial tomando una posición corta en el Bund Alemán que larga. Ahora bien, en el mundo actual claramente intervenido todo puede ocurrir.