Las Empresas de Asesoramiento Financiero (EAFI) operan en España desde enero de 2009. Estas empresas constituyen una apuesta por el desarrollo de una estructura rentable de prestación de servicios financieros, centrado exclusivamente en el cliente y con todos los condicionamientos para transmitir de la mejor forma posible la información y conocimiento del mercado financiero al cliente final.
Las EAFI son personas físicas o jurídicas que prestan servicios de asesoramiento en materia de inversión y en materias auxiliares como estructuración de capital, estrategia industrial y demás servicios en relación con fusiones y adquisiciones. Como toda Empresa Servicio de Inversión que opera bajo el paraguas de la Ley del Mercado de Valores, éstas deben disponer de medios técnicos y humanos que permitan cumplir con las obligaciones y asumir sus responsabilidades, y de garantías internas, tanto por recursos propios como por seguros de responsabilidad civil.
Las EAFI nacen con el objetivo de profundizar en la especialización y profesionalización de la actividad de asesoramiento.
Es una actividad compatible con la de cualquier banca privada, pero exclusiva en lo que se refiere al asesoramiento, pues no es posible ni la intermediación ni el depósito. Dos condiciones que permiten desarrollar la actividad en un entorno de mayor transparencia en el cobro y procedencia de los ingresos y mayor agilidad y flexibilidad para la transmisión del conocimiento y, por tanto, de valor añadido.
Las EAFI se desarrollan en un entorno que permite alcanzar cuatro activos deseables a toda Empresa Servicio de Inversión.
En primer lugar, especialización y profesionalización de la actividad de asesoramiento, pues todos los recursos de la empresa se destinan a una única tarea: el asesoramiento. En segundo lugar, la ausencia de conflictos de interés, pues la cuenta de resultados de la empresa sólo depende del pago realizado por el cliente. En tercer lugar, la independencia, pues la ausencia de comisiones y distorsiones intermedias permite configurar una recomendación ajustada al perfil de riesgo del cliente. Y por último, transparencia, pues las EAFI actúan como un verdadero filtro de información y transmisión del conocimiento, dado que el cliente final representa el único activo y la única fuente de ingreso de la compañía.
Todas las crisis generan oportunidades y es probable que las Empresas de Asesoramiento Financiero presenten batalla antes de lo previsto. Al menos por el valor de ser los primeros en hablar claro al inversor y pedir una remuneración única y directa por la prestación de un servicio profesional tan exigente en formación como cualquier servicio jurídico o de salud.
Artículo publicado en El Economista el 19 de marzo de 2010