El rebote desde los mínimos de diciembre está próximo a alcanzar un 15%. Han sido tres semanas seguidas de alzas que han permitido moderar los nervios del mercado. Los departamentos comerciales de las entidades financieras han podido manejar el miedo inicial de sus clientes con el argumento del inversor a largo plazo y los gestores han mejorado sus resultados de corto plazo. Los próximos días serán esenciales para comprobar si está tónica de moderación se asienta definitivamente o, en contrario, constituyen la última oportunidad para reducir posiciones en renta variable global.
El debate sobre el grado de ralentización de la economía global es la clave para determinar la viabilidad de una vuelta a máximos. De momento, las declaraciones en el Foro de Davos de Christine Lagarde, Directora Gerente del Fondo Monetario Internacional, son claras: Los síntomas de desaceleración económica mundial son cada vez más evidentes y los países deben estar preparados para afrontar un recrudecimiento inesperado del entorno económico.
En cualquier caso, los mercados son los mercados y la economía es la economía. Veremos que sucede.